Jean-Marie Londeix y la esencia de su pedagogía / «La técnica del Saxofón» trampolín al virtuosismo.


Cuando hablamos de técnica en un instrumento musical. ¿A qué nos referimos exactamente?

No debemos confundir en ningún momento la mecánica con la técnica. La mecánica solo permite desarrollar la capacidad y actitud muscular. La enseñanza que está dirigida a la mecánica convierte al saxofonista en alguien carente de creatividad y espontaneidad alejándose así de la música.

Tanto profes como alumnos, necesitan una metodología de aprendizaje del saxofón que entienda los beneficios de adquirir una técnica amplia en el saxofón.

Hablamos de técnica cuando nos referimos a los procedimientos o recursos que tienen por objetivo obtener un resultado determinado a través de su práctica. Este concepto surge del razonamiento de que en situaciones similares un mismo procedimiento produce el mismo efecto sea este positivo o negativo.

Es por lo tanto un ordenamiento de la conducta y una herramienta para alcanzar un fin determinado.

La técnica se caracteriza por ser transmisible aunque no siempre de forma consciente o reflexiva. Esta se aprende, se inventa y se modifica.

La técnica «NO ES HACER ESCALAS LO MÁS RÁPIDO POSIBLE»

Para nosotros y nuestro alumnado, el objetivo de una formación como saxofonista es adquirir una técnica instrumental necesaria para el empleo del saxofón como herramienta de expresión artística.

En “Jean Marie Londeix Maitre du Saxophone moderne», Edition Roncorp, Jean-Marie Londeix determina que el fundamento principal en el aprendizaje y base de la técnica del saxofón es la escucha. “El interprete debe ante todo saber escuchar y escucharse a él mismo… La formación del oído tiene la primera importancia en el estudio de la música”.


El aprendizaje de la escucha es, por lo tanto, muy importante para Londeix. Él mismo escucha siempre con una agudeza excepcional. Es un talento que adquirió durante sus años de juventud en el conservatorio, quizás reforzado también por el hecho de que enseñó solfeo en Dijon. Es extremadamente sensible a las menores imprecisiones de ritmo y a la más pequeña desviación de entonación.

Durante una conferencia en Moscú en 1981, Londeix, dirigiéndose a un público de compositores e intérpretes, precisó la esencia de su pedagogía del saxofón clásico, tal como la aplicaba en Burdeos. Propuso una serie de criterios como puntos de referencia, que nos servirán de plan para el resto de este capítulo:

El estudio del saxofón, según las nociones tradicionalmente clásicas, se basa en lo siguiente:

  1. La belleza y nobleza del timbre (embocadura).

    • La calidad del sonido es fundamental en la interpretación. Se busca un timbre refinado y equilibrado, lo que requiere un control preciso de la embocadura.
  2. La justeza de los intervalos (trabajo del oído y de la memoria, flexibilidad de la embocadura e incluso de los dedos para la corrección).

    • La afinación debe ser precisa, y esto se logra mediante el desarrollo del oído interno, la flexibilidad de la embocadura y la adaptación de la digitación si es necesario.
  3. La precisión y diversidad de los ataques (conocimiento de diferentes signos).

    • Existen distintos tipos de ataques en el saxofón (legato, staccato, etc.), y es crucial dominar cada uno de ellos para enriquecer la interpretación.
  4. La virtuosidad (metodología de trabajo, ejercicios específicos, musculares).

    • La técnica debe ser sólida y trabajada metódicamente a través de ejercicios que fortalezcan la destreza y la agilidad del intérprete.
  5. La exactitud de la puntuación musical (lectura crítica y análisis de textos, cultura musical).

    • No basta con leer las notas; es esencial comprender la estructura de la música, analizar las partituras y desarrollar una cultura musical profunda.
  6. El respeto de las dinámicas (comparadas con otros instrumentos de la orquesta sinfónica, principalmente en matices suaves y muy suaves).

    • La expresividad musical depende de los contrastes dinámicos, y se debe prestar especial atención a las sutilezas de los matices más suaves.
  7. El respeto escrupuloso de los textos, sean cuales sean, y el conocimiento profundo del estilo de escritura de los diferentes autores.

    • Es esencial interpretar cada obra respetando la intención del compositor, comprendiendo su estilo y contexto histórico.
  8. El enriquecimiento y el florecimiento de la personalidad artística del instrumentista intérprete.

    • Más allá de la técnica, el saxofonista debe desarrollar su propio carácter musical y aportar su sensibilidad a la interpretación.

Todo esto, para llegar a una auténtica creación.

Londeix menciona también las siguientes preocupaciones pedagógicas:

  • Dominio de las técnicas tradicionales y nuevas.

    • Se debe conocer tanto la técnica clásica como las nuevas tendencias en la interpretación.
  • Conciencia de las posibilidades intrínsecas del saxofón.

    • Explorar todas las capacidades expresivas y técnicas del instrumento.
  • Exploración del repertorio:

    • A través de las obras del pasado.
    • A través de nuevas creaciones.
  • Práctica individual y colectiva.

    • La combinación del estudio personal con la experiencia en conjunto es esencial.
  • Desarrollo de la personalidad artística.

    • Cada músico debe encontrar su propia voz interpretativa.
Por último, decir que Londeix menciona igualmente su preocupación pedagógica por el “control” de las técnicas tradicionales y vanguardistas, por “la toma de conciencia” de las posibilidades intrínsecas del saxofón, de las obras del pasado, por las del presente y por la investigación. Al igual que hace hincapié en la importancia de la práctica individual y colectiva y del desarrollo de la personalidad artística para conseguir un pleno perfeccionamiento técnico con el saxofón en pro de la música.


Aquí podréis escuchar la Parodia de Claude Debussy escrita en 1911para Elise Hall




Poned el foco en estos consejos del gran maestro Londeix para dar un gran salto en vuestra forma de estudiar e interpretar música con el saxofón.

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